La encuesta
de "El Mundo", además de ser pieza fiable, desvela la factura que los
votantes cobran al corrupto y agotado centro derecha de este país, restando cinco millones
de votos al PP y al PSOE, a la vez que castigan a Ciudadanos y su
reaccionarismo anticomunitario en un territorio plurinacional.
Premiándose además, los esfuerzos sociales y políticos de las izquierdas
al acreditarles ocho millones de votos. Si el 50% de los españoles está
en paro, o trabaja en precario y no
puede llegar a final de mes, estas cifras se ajustan a la dramática
escena como anillo al dedo. Los sufragantes del 20D no piensan ni
sienten igual que los de la inminente consulta. A su vez, han advertido
en estos previos meses la conjura cerril de lo viejo contra lo
nuevo.Tampoco, hay que decirlo, el predominio de los medios
conservadores de información es el de antes. Varios de información
digital ventilando la suma de corruptelas en los partidos (especialmente
en el PP) no irán ahora en saco roto. El PSOE pagará caro el pacto
tapón con C´s, tendiente a conservar las medidas impopulares de Rajoy
contra viento y marea, tras amagar el tramposo Sánchez pactos con la
izquierda. Hasta los paraísos fiscales de Panamá y el fraudulento ático
de Ignacio González, o lo de Mario Conde y Rita Barberá, desempeñaron su
rol en el Ábrete Sésamo de la consciencia ciudadana, y ello va a
traducirse en papeletas insertadas en las urnas. Finalizan el voto
aborregado y la tolerancia popular. Viene a ser otra marea, decisiva en
la unión electoral de Podemos, IU y las confluencias. No será el Frente
social Republicano que vengo proponiendo, pero va encaminado en esa
dirección.
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