Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

lunes, 16 de marzo de 2015

TÍTERES Y TITIRITEROS EN EL ÁMBITO LITERARIO



En torno al neoliberalismo se nuclean en el mundo literario intereses muy claros, y comprometidos con el gran dinero de editores poderosos y escritores diligentes. Como intermediarios de confianza aparecen los agentes literarios que cortan el bacalao. En buen romance, alcahuetes y chivatos armados con el equivalente de porras y pistolas censoras, registrando, como los policías, a cualquier escritor sospechoso de esgrimir ideas sociales peligrosas. Si siempre existieron filtros similares, ahora se han perfilado como verdaderos cazadores de brujas. Con el combate planetario entre equidad social y privilegio a flor de piel, el macartismo ha vuelto por sus fueros, para permanecer atento a renglones y temas inquietantes que puedan llegar al público. En el mundo de habla castellana, Guillermo Schavelzon es uno de ellos, Carmen Balcells otra. No son los únicos. La solvencia de la clientela impone su ley. De tibios orígenes liberales,el dinero de poderosas casas editoras los ha corrompido, encuadrándolos como guardianes ideológicos y culturales de lo que debe ser una obra literaria en cualquiera de sus diversos campos. La concentración monopólica en el mundo editorial,eliminando empresas de tradición familiar, acentuó estos rasgos totalitarios, originados en la acumulación de capital, aunque hoy rigurosamente vigentes ante el desarrollo imparable del capital financiero en esta fase capitalista. 
El ideal de escritor hoy, lo encarna para ellos Mario Vargas Llosa, amigo y compadre de millonarios poderosos y figuras políticas venales. Al igual que Schavelzon, Balcells y otros pájaros de cuenta, proyecta un credo de orden neoliberal selvático, hoy en boga. Alejarse de los tácitos mandamientos de sus Tablas de la Ley,periódicamente reavivadas por él y sus seguidores, significa no publicar jamás obras en papel impreso. 
Con los críticos literarios convertidos en meras poleas de transmisión propagandística a su disposición, quien quiera arriesgarse a publicar por su cuenta un texto literario está condenado a volverse invisible en periódicos y librerías. Lo sé por experiencia propia, porque publiqué cuatro, entre el 2004 y 2006. 
La maquinaria de picar creatividad consigue anular cualquier esfuerzo individual, salvo que cambies de rumbo,poniéndote a sus ordenanzas mediáticas. 
Con artículos de opinión reza el mismo tratamiento;o peor aún por la brevedad de los textos a consumir, de pulso cotidiano que influye al lector.
Si el criterio de cualquier escritor es independiente, aunque su formulación literaria sea creativa y brillante, no les sirve. Por el contrario, cuanto más te envidien los plumíferos de pago, avispas laboriosas del panel, intentan despedazarte convirtiendo que escribes en confeti, incluso en los espacios destinados a comentarios del lector, agraviándote de ser posible. En este último apartado se lucen los círculos cerrados de la izquierda (autotitulados comunistas, trotskistas y posibilistas, como "Podemos" e "izquierda Unida"), y el nacionalismo "progresista", estructuradas en clanes, con sus respectivas voces mediáticas. Me refiero a diarios virtuales hispanos como "Público", "Info Libre" y "El Diario", o los australes en papel "Página 12" y "Tiempo Argentino". Ellos responden a formaciones o poderes muy concretos, disponiendo de censores y especialistas que marcan los límites territoriales de la opinión crítica. En tal sentido, poco les separa del método neoliberal del macartismo o el primo hermano estalinista.
Los alcances virtuales de mis dos muros y el Blog, o las ediciones "kindle" resultan insuficientes para alcanzar un público que realmente lea para crecer, reflexionando a consciencia, salvando unos pocos adherentes. Aguardo que en los próximos años esto cambie. Solo la extensión cultural progresiva, no solo la política, puede conseguirlo, fundida a un ansia de justicia social y libertad de pensamiento, precaria aún.

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