Las tertulias
televisivas, propiedad privada de la extrema derecha española,
consolidan un pensamiento popular conservador. No me referiré a TVE, en
manos del PP, ni a Intereconomía, frecuente rueda de posteriores
corruptos que van a la cárcel. Tampoco a 13 TV, propiedad de la
Conferencia episcopal, dónde propagandistas señalados ocupan sillas,
rizando el rizo del lugar común e impensante, sino a Al Rojo Vivo, y Las
Mañanas de Cuatro,las más populares y visionadas entre las clases medias.
La crisis de representación real se deja ver de inmediato en ambas
cadenas, receptáculos mayoritarios de la propaganda del PP y el IBEX 35
de los paraísos fiscales. Que en la Cuatro, figurones como Jaime
González, jefe de opinión (sic) del ABC cofinanciado por El Corte
Inglés, reitera lugares comunes con un lenguaje pedestre y gestos
simiescos, defendiendo disimuladamente al PP y su corrupto elenco. Ketty
Garat, es junto a Pablo Montesinos (en la Sexta) el reparto dual que
Libertad Digital y Federico Jiménez Losantos distribuyen en pantalla.A
quién le interesa Libertad Digital? Que se lo pregunten a Javier Ruiz y
Antonio García Ferreras, respectivos presentadores de sus tertulias en
La Cuatro y La sexta.Las breves apariciones de Cristina Fallarás y
algunos personajes más realistas, aunque poco contundentes y dignos, es breve y espaciada. En el caso de Ruiz,
se produjo un súbito abandono de los espacios públicos de protesta,
dando voces a Alfonso Merlos (de 13TV) y otros sujetos indecentes del PP
y C´s. Ferreras es más estable y tradicional en su grotesco.
Permitiendo las banalidades de Francisco Marhuenda (amigo de los dueños
Planeta de la cadena) y el abominable Chani Pérez Henares, de Promecal,
agencia periodística que sufraga el no menos detestable empresario de la construcción en Burgos, Méndez Pozo.
Hoy mismo, García Ferreras defendía a Eduardo Inda, otro falso
periodista y provocador, muy desacreditado por su última aventura contra Pablo IGlesias y Podemos pegando Photoshops, como "descubridor" de la trama Noos. En ocasiones,
asoman la nariz Ignacio Escolar, el director de Info Libre y otros
izquierdistas, pero no mucho. Aprovechar el poder mediático televisivo,
Presentando a seudo periodistas con facilidad de palabra, impresiona
espectadores poco informados. Esta es la estrategia. Pero el eje y
centro del fuego graneado de toda esta gentuza, son la izquierda y sus
representantes. Sumando minutos en pantalla, es fácil observar que se
otorgan muchos más a miembros de la extrema derecha del PP, falangistas
y el PSOE, que a sus ya peligrosos rivales. De ganar votos la nueva
coalición, asistiremos a diversosos bailes transformistas, y "una mayor
pluralidad". Será falsa mientras los dueños de A Tres Media y Mediaset
sean los actuales y la democratización no siente sus reales en la TV
española.
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