Desde el pacífico viaje en bicicleta por las avenidas madrileñas, bien protegidos por fieles escoltas, observamos la enorme frivolidad de Rajoy y sus paseantes. Con la mayor crueldad y sadismo perpetraron desde el gobierno, las comunidades y el ámbito congresual, el mayor atentado contra el equilibrio social y los derechos humanos en España, sin pedalear, y con el mazo dando de la mayoría absoluta. En cualquier territorio donde imperase el Estado de Derecho y la plena conciencia cívica, este señor y sus cómplices, hoy impunes, serían juzgados por saqueo continuado de los dineros públicos y traición a la patria. En el nuestro, aún se les vota. Qué vergüenza ofendiendo la razón!
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