CLASE B

El Cine B. Un recuerdo para sus espectadores y manofactureros. El poster pertenece a un NEGRO FILME, quizá de los más originales y populares del género en las zonas rurales y suburbanas.

Facebook no ha conseguido saltar a la liga cultural superior. Desde el 2008 funciona mi muro, al que luego sumé dos más.Mi producción en los mismos es la de un profesional que no publica en papel y los medios desde el 2006, pero se mantiene el forma. A los muros sumo el Blog y una producción kindle que restauró las obras en papel, incorporando otras nuevas que merecen ser reseñadas por críticos serios. El problema es que los criticos serios brillan por su ausencia en los suplementos literarios y las revistas especializadas.Con el grave descenso cultural, masivo en estos años, cualquiera se ocupa de reseñar libros, soslayando especialmente los no impresos en papel. Manda el negocio editorial, dependiente del criterio de las multinacionales y los pedestres equipos de "monos sabios", nada preparados, asesorando a sus ejecutivos. Esta mediatización de la cultura incluye la censura de contenidos innovadores o revolucionarios, que estimulen el raciocinio. Ellos, desde la mayor indigencia posible, se consideran propietarios de todo aquello que sea vendible, con independencia de su calidad. La malsana tendencia a no promover la reflexión ni la riqueza idiomática en las masas encuentra en las historias banales de sencillo lenguaje el medio ideal para ensamblarse al reino actual de la imagen, poco nutritiva, constreñida al sexo y la violencia, sin calidad artística ni principios sociales o humanos. Por tal motivo, el lenguaje de calle ha descendido al tan sucinto de las series televisivas o programas de entretenimiento, empobreciendo la cultura ciudadana, en países que conozco tan bien como España, Argentina y Brasil.

Actualmente, las versiones virtuales desempeñan un mero rol complementario de las impresas, abaratando precio al público y nuevos costes a la industria editorial. 

Si bien, en Face o las redes, incluidos los blogs, se impone la plaga del amateurismo con sus errores ortográficos y pobreza generalizada, una mirada en detalle de lo que se imprime, pese al pulimento editorial, no suele mejorar sustancialmente la pobreza y el rudimento de los contenidos que se destinan al público. Sin embargo, la rutina y el comercio se imponen, desestimando casi por completo el mundo virtual. Por esa razón, Face y otras fórmulas en esa clave no facilitan la emergencia de buenos autores, ni de generaciones más inteligentes. Twitter menos aún, salvo que lo elijas como mejora del poder de síntesis respetando sus códigos. En parte, ese uso gimnástico, algo más flexible, es el que suelo destinar a Facebook y el blog de opinión. Ello me permitió crecer como autor y como persona, aunque muchos no se enteren.

Mientras el aparato comercial que frena el talento escrito no se abra al mundo, perteneceremos a una equiparable Clase B, proyectando en pantalla las cintas baratas de complemento para los estrenos de Clase A, que montaba la industria del cine, victimas de la televisión.El drama actual radica en que las similares de la industria editorial, en la práctica, emiten pobres señales de vida.