BRASIL. CONQUISTAS Y CARENCIAS

Carta a Leila Brito, vecina y amiga de muro Face.

He leído su mensaje a María Aparecida y comparto su respuesta. Esto no significa infravalorar los progresos realizados en Brasil durante el periodo Lula, y en este turno de Dilma. Sin embargo, hay muchas urgencias que cumplimentar. La más importante es una reforma de la Sanidad Pública que la haga operativa, y se extienda a todos los ciudadanos de este país. Hoy no existe, por lo tanto debe acometerse, dejando de favorecer a las empresas privadas que negocian la salud a precio de oro.
Un país mal atendido en el apartado, no desarrolla con eficiencia sus fuerzas productivas. Si no curamos enfermos desde el Estado se muere mucha gente, y la que trabaja no lo hace con todas las garantías que cubran los avatares de la enfermedad. La importación de médicos cubanos es necesaria (aunque para ellos no resulte tan ventajosa), pero tomar por el atajo significa estructurar un sistema eficiente y barato. El español lo era antes del desembarco de los actuales bárbaros. Porqué no contratar entonces a los cerebros que sostuvieron durante décadas este sistema, ejemplo para el mundo? Serían divisas bien invertidas, además de servicios obtenibles hoy, con tanto especialista en paro.
En segundo lugar, falla en Brasil la educación media y superior. Aquí no es España el mejor ejemplo a seguir, sino Finlandia, y en parte Francia. La educación es otro motor del desarrollo y la calidad de vida. De esa conjunción nacen los especialistas, tan necesarios en todas las esferas del arte y la ciencia.
El tercer término lo ocupa la Memoria Histórica. Sobre el punto ya brindé opiniones en mi muro y el Blog. Dilma se atiene a la amnistía, dejando fluir acontecimientos que pueden revocarla, habida cuenta de los porcentajes a pie de calle que favorecen hacerlo.
El tema de la corrupción, que lleva a Brasil al puesto 70 en el ránkig mundial es otra lacra bastante extendida. De momento se han quitado figuras penales a las previas, mientras el Caso Petrobrás/Pasadena no se resuelve, ni la presidenta da explicaciones. Tampoco Lula, aferrado a triunfalismos poco constructivos. El mundo entero sabe que Brasil es un gran país, pero mucha gente duerme en las aceras o vive bajo sujeción esclavista, mientras la criminalidad no baja de cotas.
Lo positivo de este gobierno radica en afincar el país priorizando la cuestión social, a distancia del "amigo americano". Pero los malos números de la inflación, junto al disparadero del coste de la vida, y otros dramas cotidianos, amenazan los espacios conquistados. He escrito dos libros sobre Perón analizando los pros y contras del populismo, no sólo en Argentina. Los turnos de Lula/ Dilma son populistas y también democráticos. Es la novedad de esta fuerza latinoamericana opuesta a formas imperiales de servidumbre. Eso cuenta con todo mi apoyo y el de María Aparecida. En su año y medio de estancia en Europa valorizó su país más que nunca. Por esa y otras razones aquí estamos. Para apoyar, y también para criticar lo que falta hacer, que siempre, en cualquier país del mundo actual será mucho.