Lo bello es noble, digno y eterno si viaja al corazón del hombre

domingo, 28 de septiembre de 2008

WALL STREET ICONOGRÁFICO


Sergio Langer colabora a diario en Argenpress; un espacio criollo en la Red, que nutren noticias y artículos de opinión, procedentes de Latinoamérica y el mundo.

Concebido por el militante socialista, periodista y autor Emilio J. Corbiére (ya fallecido), su enfoque crítico podrá ser discutible en ocasiones; aunque semejante grado de agudeza y sinceridad -centrado en denunciar puntualmente la desigualdad social, las prepotencias imperiales y la corrupción de los poderosos- se eche en falta en otros medios.

El diseño de Sergio pertenece al de los artistas que hacen de la paleta social su trinchera de combate.

Durante un tiempo (de eso hace ya casi treinta años), asistió a un instituto de artes visuales en el que yo impartía una cátedra de Historia del comic y el Cine.

Entonces, Langer era un chaval algo introvertido y talentoso, que hacía sus primeras armas en el humor crítico. De allí a hoy su arte evolucionó sin pausa, honrando sin concesiones la línea de batalla aguda, mordaz e inteligente, que en su momento inauguraron Menchi Sábat y Quino en las siempre agitadas márgenes del Río de la Plata.

sábado, 27 de septiembre de 2008

LA SALSA DE HOLLYWOOD

Paul y el amor de su vida

Se fue Paul Newman (1905/2008) dejándonos sus salsas. No conocemos la que sus compatriotas degustan gracias a su ingenio empresarial; sí en cambio sus películas, de irrepetible esencia y protagonismo.
Paul salió de la Guerra Mundial camino al Actor´s Studio y tras algunas temporadas teatrales le contrató Hollywood. Dicen que en sus comienzos de galán joven imitaba a Marlon Brando, sin alcanzar su talento. Menos ciclotímico y caprichoso que el otro, desarrolló sin embargo una trayectoria sostenida y uniforme durante más de sesenta filmes, marcando un estilo propio.
Su porte atractivo y unos expresivos ojos azules bastaron para que las mujeres del mundo le adorasen. Lo demás, se lo agenció a base de esfuerzo y criterio, seleccionando guiones que cuadraban en su registro dramático, y hacían juego con buenos directores.
Yo no voy a hacer lo que otros hacen glosando sus filmes: interpretados durante casi medio siglo. En eso están los acopiadores de información, útiles y diligentes aunque saturen el mercado lector, dentro y fuera de la Red.
Me basta recordar a Newman en cualquiera de sus películas para celebrar su tránsito por el Séptimo Arte.
Sus roles me convencieron y divirtieron, conmoviéndome alguno. Su vida, mezclada con la pasión por la velocidad pilotando coches de carrera, y el talante demócrata y progresista del que hizo gala hasta el último instante, reflejaron el buen pasaje por este valle de lágrimas.
Si escogí la imagen que lo refleja en el inicio de la madurez con su mujer, es debido a que la maravillosa Joanne Woodward (con quien celebró hace poco sus Bodas de Oro) fue la exacta media naranja; una que además de compartir oficio y amor por las causas justas, le impulsó sin duda alguna a manifestar su talento, aferrándole a la vida tras el trágico suicidio de un hijo adolescente, habido en un primer matrimonio.
Con Joanne concibió tres hijas más durante una larga y feliz unión, que hoy quebró la muerte.
Y fueron éstas, sus cuatro damas del corazón, quienes le asistieron en el último instante; aguardado desde que en agosto pasado le detectaron un cáncer de pulmón causado por su ya olvidada afición al tabaco.
Paul partió arropado en la calidez de los suyos con 83 años y nueve meses de existencia. Su cierta longevidad fue todo lo creativa y feliz que el buen talante y la inteligencia le autorizaron.
En vista de lo que nos deja su otra salsa, refrendo la inclusión de Paul en mi galería de favoritos, perteneciente a un Hollywood azaroso e irrepetible.

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viernes, 26 de septiembre de 2008

LOS QUE ESCARBARON AYER,Y LOS QUE ESCARBAN HOY

En la mañana escucho a un Losantos moderado, en relación con el pasado inmediato y sus recientes frutos condenatorios.

De pronto, al mencionar el rescate de los despojos republicanos, le brota lo que le piden el cuerpo y la sangre envenenada.

"A instancias de [el Juez] Garzón, éstos escarban el monte".

Si, para desenterrar los restos de seres queridos vilmente asesinados por el fascismo.

Los que ayer escarbaron el monte lo hicieron para ocultar crímenes. Quienes hoy lo escarban desnudan la infamia de los que, obedeciendo el mandato de señoritos y curas intentaron borrar la huella de quienes cayeron defendiendo un Gobierno elegido por la mayoría de los españoles.

Losantos, Ramírez y sus cortesanos no cambiarán; a menos que el cambio signifique una nueva y más profunda regresión en talante e ideología.

Para mal de los personajes, el enfoque del ayer en España está cambiando. En ello cuentan la voluntad y el empeño, abriendo necesarios surcos en la memoria.

El triste tigre de la Cope pretendió minimizar la exhumación de fosas comunes, remitiéndola a un término que se aplica a cantidad de propósitos; no a ése.

Su burdo intento de ridiculizar esta indetenible búsqueda de la verdad tampoco es nueva.

Nació con él y se expandió -mediando éste y otros asuntos-, con expreso sostén de la Conferencia Episcopal; especialmente interesada en dejar los cadáveres en su sitio; beatificando los que le corresponden, con ayuda de Ratzinger.

El Ejército de Franco, avituallado por Alemania e Italia mediante armas y soldados, perpetraron un genocidio poco esclarecido y localizado en su magnitud.

Sabemos empero, que los victimarios contaron en su momento con nutridas bendiciones curiales. En cambio, las víctimas fueron entregadas a la profundidad del monte en toda España, sin bendición alguna.

Hoy, sus deudos recuperan poco a poco esos despojos, dándoles sepultura, o la incineración que disponen las leyes.

Perece lógico que ante cualquier acto de justicia mirando el pasado, estos embozados nostálgicos del fascismo clerical se inquieten y graznen desde la caverna.

Es que un pasado libre de fantasmas atenta contra cualquier mentira del presente.

Y a ellos, los tan cerriles, se les conoce por no parar de mentir...







miércoles, 24 de septiembre de 2008

LA INFAMIA MAYOR

"La decisión de la Generalitat Valenciana, en manos del Partido Popular y su barón regional, Francisco Camps, rezuma infamia".
Me lo decía hoy con toda razón mi amiga María Rosa P.; arqueóloga, educadora y luchadora social de toda la vida.

En su ansia por boicotear la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos ha resuelto -a través de su conseller d´Educació, Alejandro Font de Mora- impartirla en los colegios secundarios en inglés.

A tal fin convocó a profesores de Geografía, Historia y Filosofía que a su vez dominen la lengua de Shakespeare, resolviendo, ante la comprensible falta de personal que reuna idoneidad en las materias y el idioma, tan luego se incorporen dos educadores en las respectivas disciplinas, impartiendo la nueva asignatura en la misma aula...y a la misma hora.

De esta forma y según los genios del PP local, la Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, se vería neutralizada...

La operación boicot del PP se extendió a las comunidades que controla su tropa, remitiéndose a una pretendida "objeción de conciencia" y otras medidas ilegales de signo reaccionario.

Pero lo de Valencia -perpetrado a un coste que oscila entre el 1,6 millón de euros y los 3,2- comporta una infamia mayor, desvelando a su vez el grado de respeto que esta formación política acredita por la legalidad, la enseñanza y el dinero de los contribuyentes.

La torcida interpretación que Camps, Font de Mora & cía, hacen de una ley votada por mayoría en el Parlamento, se corresponde con este pandemónium canallesco, donde los profesores no enseñan ni los alumnos aprenden.

La dignidad de unos y otros yacerá pues, pisoteada por gente ajena a la cultura verdadera; políticos de medio pelo con sueldos estratosféricos, empeñados en burlar al enemigo a un coste millonario, que no saldrá de sus bolsillos.

Desde este espacio no trepido en criticar las inoperancias de la administración socialista en este campo. Las percibo a diario en Catalunya y, por cierto no son leves; aunque al lado de esta sórdida maquinación, nada de lo que se hizo antes y se hace ahora con tan poco merecimiento puede ser peor.

Lo de Valencia supera con holgura cualquier desmán o incompetencia que se realice en esta esfera; vital para el progreso de una sociedad organizada y su Estado de derecho.

En realidad, el dislate forma parte de una brutal estrategia dirigida a entorpecer el aprendizaje, matando el tiempo, para que nuestros jóvenes adolescentes sean tan burros y agresivos en el futuro, como los encopetados y maduros funcionarios que la imponen hoy.

Viene a ser la de ellos, una suerte de siembra preventiva en el terreno fértil de los que se están formando; con tal de que mañana, a más de votarles, administren luego la tabernaria zafiedad que impone la ley de la selva, por sobre la formación democrática y los derechos humanos.
En 30 años de democracia ningún ministro o Presidente comarcal se atrevió a degradar el concepto de enseñar y aprender como estos zotes desde la tierra del sol y los naranjales.

Sin la perversa gentuza al comando de semejante operativo, las naranjas brillarían más bajo el sol levantino.

Saborearlas después de cualquier aprendizaje verdadero en las aulas, sabría mejor.


domingo, 21 de septiembre de 2008

CHE, EL ARGENTINO

Benicio, estrella y productor del filme, en la piel del Che.

Steven Soderbergh acertó con el puertorriqueño Benicio del Toro; extraordinario intérprete de múltiples recursos.
Su Che es creíble en palabra y gesto. El guión del filme, basado en apuntes de campaña que Ernesto Guevara redactó durante la campaña de la Sierra Maestra, lo es algo menos.

Del relato, emerge un lider principista y justiciero, desestimando el lado sombrío y cruel de este argentino andariego al que impresionaban la pobreza de las masas latinoamericanas, y la sujeción de sus gobiernos -a menudo oligárquicos y opresores- al dictado geopolítico yanqui y los intereses de sus empresas.

Paradojalmente, la familia de Guevara (y en principio él mismo) detestaba al general Juan Perón y su movimiento de masas, enfrentado a la oligarquía nativa y el Gobierno de los EEUU con gran respaldo obrero.

Su experiencia juvenil recorriendo Suramérica en moto tras su diplomatura en medicina, le había llevado a conocer a fondo la pobreza en varios paises, hecho que cambió radicalmente su visión del peronismo relativizando su naturaleza dictatorial; tal como documento en párrafos que transcriben cartas del Che dirigidas a su familia (residente en Argentina) incluidos en mi segundo tomo sobre Perón.

Testigo activo de la experiencia nacionalista del coronel Jacobo Arbenz en Guatemala, y su derrocamiento en 1954 a manos de mercenarios entrenados y armados por oficiales norteamericanos en la vecina Honduras, huyó a México.
Allí conoce al joven abogado y refugiado cubano Fidel Castro, a través de su hermano Raúl.

Bajo el liderazgo del primero echa a andar la leyenda del asmático Guevara como cuadro dirigente de la futura Revolución, unida en principio a la campaña guerrillera contra el tirano Fulgencio Batista; un ex cabo telegrafista del Ejército que a la sazón dominaba, mezclando florentinismo y brutalidad, la escena política cubana desde 1933.

El filme repasa su avance armado, disputando posiciones al desmoralizado enemigo de un régimen descompuesto, palmo a palmo, entre la frondosa vegetación y las altas colinas boscosas de la Sierra Mestra.

El perfil humano de Guevara destaca en la fraternización con sus hombres, y los métodos de firme persuasión que administra, tanto para reclutar campesinos jóvenes e idealistas, como adoptando medidas disciplinarias que incluyen en fusilamiento ante graves faltas.

El toque romántico se insinúa apenas en la fraternal asistencia de la jovencísima y bella Aleida March, quien tras la fuga de Batista y el colapso de su corrompida tropa ante la potencia guerrillera y el apoyo popular de los cubanos al nuevo Gobierno Revolucionario, se convertiría en su segunda esposa (la primera era la militante comunista peruana Hilda Gadea, madre de una hija en común, que había quedado varada en México y luego se divorció de él).

Otro de los aspectos destacables del filme radica en el tratamiento que hace de Fidel Castro. Distanciado de la cierta bonhomía de Guevara, se nos presenta como jefe indisputado de la campaña y notable estratega, al que Che y otros jefes rebeldes (entre ellos un dinámico y simpatico Camilo Cienfuegos) obedecen sin rechistar. A pesar de lo episódico de sus entradas a escena, el retrato es fiel, proyectando un enérgico y áspero hombre de acción con poco tiempo para otros asuntos, que no sean la acción misma.

Hay, pese a las limitaciones del relato un hecho indiscutible. Nacida en los combates de la Sierra tras un frustrado desembarco en la costa cubana que costó vidas y cárcel para unos pocos sobrevivientes, la Revolución contó con gran respaldo popular y conmovió la sólida redondez del mundo de entonces, sembrando una leyenda.
En ella el Che Guevara se ganó el cetro al idealismo y la entrega revolucionaria.

No es materia de este post discutir lo que a posteriori aconteció con el argentino, y los que codo a codo con a él vencieron a Batista y sus garantes imperiales.

Lo cierto es que aquello que el combatiente relató, y adaptó Soderbergh al código de un filme semidocumental medio siglo después, deviene objetivamente veraz. Sin esos ideales de redención popular y justicia para todos, los campesinos de la Sierra no hubiesen respaldado con alma y cuerpo esa campaña. Tampoco los obreros y estudiantes de las grandes ciudades.

El caso es que lo hicieron, y ello nos vale para respetar esta cinta, poco frecuente a la hora de repasar la azarosa historia de los pueblos latinoamericanos; tan mal comprendidos por la Europa de hoy y sus cronistas.

sábado, 20 de septiembre de 2008

ITALIA HOY; ESPAÑA, AYER Y MAÑANA.

Leo en Babelia un interesante reportaje de Miguel Mora a la escritora italiana Melania Mazzucco, autora entre otras labores de "Un día perfecto", llevada al cine recientemente. A Mora le debemos tiempo atrás otro, de igual tenor, realizado al escritor de novela negra y ex activista de la extrema izquierda Massimo Carlotto.

Es la segunda entrevista publicada por El País con diferencia de pocas semanas (en ocasión de la primera me deleité con las reflexiones de Mario Monicelli) en la que reconozco a alguien capaz de testimoniar con rebeldía la decadencia social, moral y familiar, unida al menosprecio por la juventud, que imperan hoy en esa tierra hermosa, que una vez acunó el Renacimiento y siglos después el Neorrealismo.

Esa tierra, corazón del viejo Imperio Romano con sus esplendores y decadencias, brindó al mundo grandes artistas y pensadores, capitanes de la industria y políticos entregados con valor a su tiempo.

También, hay que decirlo, produjo a Benito Mussolini, a la mafia siciliana y al canallesco Silvio Berlusconi; mezcla viviente del fascismo y las peores lacras de la democracia vernácula.

En momentos de crisis las sociedades producen hombres grandes o pequeños. Si la fase crítica refleja el hundimiento, asoman personajes despreciables, si por el contrario la crisis remonta, surgen aquellos que procuran su abandono enfrentando la adversidad con realismo, audacia e imaginación.

Melania no pierde las esperanzas y desde la lucidez carga pluma en ristre, documentando las miserias que agobian su tierra, encharcada por la corrupción en todos los órdenes. Será bueno que nuestros escritores y artistas (tan entregados a ninguna parte) sigan la huella testimonial de gentes como el escritor Massimo Carlotto, el veterano Monicelli y Melania.

Por ahora, no lo hacen. La razones abundan.

Con todo el magma que hoy pueda agobiar a los italianos, existe una tradición política y cultural importante, hundida en apariencia por sucesivos fracasos, propios y ajenos, pero que en algún instante reflotará, abonando el terreno para superar esta tragedia histórica.

Nuestra tradición en cambio, no augura instante alguno de superación en las cercanías. Aquí casi todo está por construir. Mal que bien, los italianos disfrutaron la democracia en la inmediata posguerra, mientras en España supurábamos en llagas de atraso y franquismo.

Se me dirá que, tanto la socialdemocracia, como el comunismo y los socialcristianos terminaron agusanándose en la bota penínsular tras medio siglo de sostenido desgaste, en cuyo tránsito las componendas y repartijas entre la camorra y los políticos profesionales, flanqueados por una vastísima y corrupta corte funcionarial, protagonizaron una tragicomedia que impidió estabilizar gobiernos, lesionando la economía y la modernización del país.

Todo eso es verdad. Pero las polémicas y debates en el marco político y cultural existieron; y de ello no podemos jactarnos en España.

Somos un país estriado y poco culto, en el cual el turismo, los servicios y las finanzas son el eje económico.

Nuestro desarrollo, real en cifras y PBI, ha soslayado puntualmente el factor humano. Por ende, los gobiernos elegidos por el pueblo desde 1978, se han remitido a administrar la cosa pública bajo fórmulas rudimentarias.

La Transición avanzó sobre el antiguo régimen arrastrando colgajos del mismo, visibles en las costumbres bárbaras, el enclaustramiento familiar y un rechazo cultural evidente, en las costumbres y los medios. La falta de autocrítica resume el taponamiento actual del sistema; en especial su área educativa.

El estado actual de un arcaico Poder Judicial extremadamente corporativo, refleja palmariamente esta debilidad de la propia sociedad civil. No tiene justicia quien no la exije a fondo. También cuenta el anquilosamiento de las formaciones políticas y las penosas rivalidades regionales entre los que se consideran una nación aparte, a ambos lados de los "ismos"; generosos en despilfarrar presupuestos arrancados del sudor ciudadano.

Si la tolerancia es el mayor fruto de la cultura, ésta se echa en falta, tanto en los partidos políticos como en las regiones, sus vecindarios y las condignas gestiones de los respectivos consistorios.

Zapatero no es Berlusconi. Sin embargo las evidentes oscilaciones en su proceder -a menudo sujeto a improvisaciones contradictorias- y esta parálisis ante la rampante crisis económica que padecemos, con un crecimiento del paro superior al de cualquier país europeo (acompañada por claros signos de desorientación tras la negación inicial de la propia crisis) desvelan esta precariedad histórica, basada en el rezago político y cultural.

Desde otras carencias (acreditadas por la xenofobia y el optimismo cerril que promueve el despido libre como panacea), la oposición del PP y las restantes formaciones operan con variables poco prometedoras. Cobrando sus hombres de Estado tres veces más que el español medio, todo está dicho.
Lo de la judicatura supera en gravedad cualquier dislate de los poderes Ejecutivo y Legislativo dada la extrema gravedad de los problemas existentes, y de aquellos que sin duda alguna se avecinan ante el disparadero del paro, la corrupción, los asesinatos (de género o no) y la delincuencia en general.

Sin justicia ninguna sociedad avanza. No bastan (por ejemplo) la multiplicación de radares en el control del tránsito de vehículos, si los otros radares -aquellos que detectan las transgresiones en el cuerpo social y actúan de acuerdo a las leyes- no proceden ajustándose a su espíritu, ni resuelven adaptarlas a un proyecto menos arcaico de sociedad.

Una mirada a fondo a nuestra cultura y tradiciones (me refiero a las siniestras) poco debe alegrarnos.

La bonhomía y sencillez izquierdista de Zapatero -leve e insuficiente en términos prácticos- distancian su imágen pública de fantoches al estilo de Belusconi o delirantes paranoicos en la vena del frívolo Sarkozy.

Está claro que nuestro espartano Presidente, modelo de esposo y padre de familia, carece de veleidades y la riqueza no parece impresionarle; no al menos como impresionó a Felipe González o José María Aznar; humildes anteayer, millonarios hoy.

Lo que creemos sí deben impresionarle al nieto del Capitán Lozano y sus funcionarios/as, son los diez millones de pobres que acredita nuestro corpus social, delatando una peligrosa ausencia de cohesión.

Ni qué decir lo poco que conmueve esta riesgosa precariedad a los neocentristas y neocons del PP...

El tema que nos preocupa es hasta dónde acreditan, el Gobierno en particular, y nuestros políticos en general, la capacidad para estimular el desarrollo cultural y material de nuestra Península Este, desde gobernaciones y consistorios, con mayor justicia y en pos de un modelo de Nación integrada, que supere el presente estado de cosas; insolidario con jóvenes, viejos, inmigrantes y pobres, de arriba hacia abajo y viceversa.

Repasando una vez más el reportaje donde Melania Mazzucco retrata las miserias italianas de ayer y hoy, se me ocurre en lo que a nosotros respecta, que Italia está a la vuelta de la esquina...




viernes, 19 de septiembre de 2008

EL DOCTOR KILDARE DE LA MGM


En los fotogramas que reproduzco aparece Lew Ayres en su caracterización de Kildare.
Ambos pertenecen a "Young Dr. Kildare", estrenada a fines de 1938 y primera en el listado de diez sucesivas.
Desde su silla de ruedas Lionel Barrymore despunta encarnando al sabio y bondadoso Dr.Gillespie (rol que cubrió Raymond Massey en el serial de TV).
En realidad el debút de Kildare pertenecía al previo calendario merced a un rodaje unitario en la Paramount Pictures. Allí Joel McCrea lo encarnaba, aunque la verdadera estrella era Barbara Stanwyck, en su papel de abnegada enfermera.
En el serial de la MGM, entonces el más poderoso Studio de Hollywood, el esmerado producto B equivalía a una inversión de 500.000 dólares de entonces. Cifra a la que no llegaba ninguna compañía ni de lejos. En Mayer (Irving Thalberg había fallecido en 1937) primaba la idea de contentar a las familias ofreciéndoles productos lustrosos de buenos escenarios e intachable moralina (como los exitosos filmes del adolescente Andrés Harvey), y la saga del joven médico internista James Kildare se prestaba a ello.
La elección de Lew Ayres fue acertada a causa de su afición real a la medicina y una acreditada moral pública (se había divorciado en dos ocasiones y en realidad era bisexual; aunque también lo suficientemente serio y discreto para no alterar en lo más mínimo los planes de la compañía).
Ex músico, el agraciado Lew había triunfado al despuntar el cine sonoro mediante su rol del soldado raso Paul Baumer en "Sin novedad en el frente"; el galardonado filme de Lewis Milestone, basado en el libro de Remarque.
Luego de recibir un Oscar al mejor secundario en un filme de Katharine Hepburn, su carrera oscureció en cintas sin importancia, volviendo a brillar gracias a Kildare.
Empero, la suerte tornó a abandonarle hacia 1942, a causa de su antibelicismo, elevado hasta la objeción de conciencia en plena Guerra Mundial. Tras el ataque japonés de Pearl Harbor y el ingreso de los EEUU a la contienda, la negativa de Lew fue muy mal vista por Louis B. Mayer, por lo que debió abandonar la serie de Kildare y el Estudio.
En lo sucesivo, el héroe de Max Brand fue cambiado por otros dos médicos, que interpretaron sucesivamente el refugiado holandés Philip Dorn (como John Hunter Gerniede), el prometedor Van Johnson (en cinco ocasiones como Randall Adams) y James Craig (sin práctica continuidad), centrándose la trama en el character de Gillespie, que caracterizó el viejo Lionel con su maestría habitual, hasta la cancelación del serial hospitalario en 1947, cuando los productos B de la Metro languidecían sin remisión junto a los beneficios de la compañía y el poder de Mayer.
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jueves, 18 de septiembre de 2008

DR BOBBS (DR BOVES O KILDARE) EN LAS REVISTAS DE HISTORIETAS ARGENTINAS DE LOS AÑOS ´40 Y ´50


La evoco desde mi colección rejuntada de la revista Espinaca, en Barcelona, abarcando sólo tres años de la publicación (1945/48) .

En realidad el título de "Kildare" respondía a la caprichosa decisión de los editores de Espinaca.
Para las páginas del popular "Pif Paf" (1939/19549 o las de "Ping Pong" (1951/55), se llamó Boves.

Dibujada con trazo humanista por Jim McArdle, Bobbs -que era una strip (o tira diaria)en los periódicos norteamericanos- contaba con argumentos notables que luego explotó la televisión en los docudramas hospitalarios de Kildare o los de Ben Casey.
Se debían a Elliott Caplin, el hermano de Al Capp (y autor del célebre Li´l Abner).

En la pionera strip de Bobbs la hondura de los temas superaba la serie B de 60 minutos con el Dr Kildare que, entre 1939 y 1942 produjo la Metro Golwyn Mayer, protagonizada por Lew Ayres y Lionel Barrymore en diez entregas de tono familiar.

Mc Ardle diseñó a Bobbs con los angelicales rasgos de Ayres, agregándole unas gafas de fina montura.
La Metro no protestó ante ésa y otras semejanzas con el personaje- originalmente creado por el novelista Max Brand- por tres razones. La primera de ellas, basada en la cierta amistad de Louis B. Mayer (mogul del Estudio) con William Randolph Hearst, el propietario de la
King Features Syndicate y los derechos de la strip.

La segunda razón era que la tira estimulaba las visitas al cine en busca de Kildare.
Es probable que la tercera y más destacada fuese la inusual calidad del producto.

Pese a figurar apenas en las reseñas críticas de los historiadores y aficionadas del comic, pocas muestras del género reflejaron los dramas y conflictos humanos ante la enfermedad y el dolor cómo ésta.

Elliott Caplin desarrolló su carrera de guionista en la nómina del King Features, ocupándose, entre otros personajes (como Judd Saxon o los más populares Big Ben Bolt y Juliet Jones), del Kildare gráfico que, con los rasgos de Richard Chamberlain (el héroe televisivo) y la mano maestra de Ken Bald se imprimió en los periódicos y revistas de los años ´60.

A menudo abro estas colecciones empastadas y de papel amarillento para disfrutar de un comic olvidado y alimentar mis recuerdos.

En ellos, Bobbs, Kildare o Boves ocupan un cálido paisaje de correrías infantiles al quiosco de la esquina, ansioso por deleitarme con una pequeña obra maestra.

Lo de pequeña es un decir. Toda obra es grande si refleja a los seres humanos, y aún más difícil reflejar sentimientos desde un humilde relato gráfico que, para colmo, nadie todavía se empeñó en rescatar del olvido

Una vez cancelada la serie, a mediados de 1952, McArdle se ganó el pan simultaneando una nueva strip ("Davy Crockett") con la ilustración de comics a cuatro colores para la casa Dell y otras editoras, mientras Caplin entregaba sus esfuerzos a éxitos mayores, sin conseguir la frescura de "Dr Bobbs".

martes, 16 de septiembre de 2008

EL NUEVO CRACK

Los desastres se amontonan derrumbando a los gigantes financieros norteamericanos y sus asociados.

Esto es, todo el mundo. O casi. Los especuladores profesionales no.

La lección para este planeta globalizado es clara.

El ala financiera del capitalismo, su paradigma liberal de falso crecimiento, no funciona.

El comunismo a la antigua usanza se ha derrumbado. Apenas quedan Corea del Norte y Cuba practicándolo a rajatabla. Hoy, la mixtura entre el viejo colectivismo autoritario y este capitalismo en crisis funciona en China, Rusia y Viet Nam. Por ende, tampoco estos países se salvan del gigantesco crack. Parte de sus finanzas globales en este gigantesco mercado multinacional e interdependiente, se enlazan con las de Occidente.

Si el llamado comunismo se realizó en los hechos como un capitalismo atrasado, de corte burocrático y semifeudal, el que aparentemente lo superó- avanzado y salvaje- colapsa hoy.

Los controles económicos legados por el crak del ´29 resultaron anticuados para frenar las apetencias del anárquico sistema financiero. Crear unos nuevos requerirá intervenciones constantes del tesoro norteamericano y el Banco Central Europeo, hasta quién sabe cuándo. Tras nuevos derrumbes, rescates desesperados de entidades claves en la economía, yacerá moribundo un vasto tendal de parados y desposeídos que ya amanece.

La cierta fusión entre el Tercer Mundo y el Primero -inimaginable hasta ayer-se palpa en el aire.

En España debimos prepararnos para lo peor. Aquello que ni Zapatero o Solbes, ni Rajoy o Montoro estaban ni están preparados para enfrentar. Por eso los dos primeros descartaban llamar las cosas por su nombre y ahora, todos ellos maquillan la gravedad de esta crisis (que el señor Rajoy quiere hacer pagar a los inmigrantes; tan caros para la Seguridad Social y las prestaciones del paro).

En parte, porque ni ellos ni nadie sabe hasta dónde llega el fondo del precipicio; aunque también porque fueron de palo ante nuestra propia burbuja inmobiliaria y la anarquía de jauja que vivió la industria de la construcción; de punta en la economía, y durante la última década casi a la par del turismo, dinamizando el desarrollo español.

En el invierno de nuestra desgracia no tenemos pozos de petróleo y producimos caro y bastante mal. Nuestra baja cultura refleja lo poco preparados que estábamos para soportar el disparadero del barril de Brent y la caída del consumo interior, acentuado por el azote de una carestía alimentaria como preámbulo de la stagflation que viene si no bajan los tipos de interés.

Que el Banco de España manejase sus asuntos con mayor tino que el Tesoro Norteamericano comporta una ventaja menor ante el sombrío panorama.

Claro, me dirán que toda Europa entró o entrará en recesión. Pero no es excusa.

Alemania o Francia, países más fuertes, conocerán una recesión, nosotros otra.

El acierto -que no depende del grado de desarrollo sino en sostenerlo ante cualquier eventualidad- radica en preparase siempre para lo peor.

Y levitando en su Nirvana funcionarial, nuestros políticos y economistas asociados lo olvidan a menudo.

No imaginaron que el agua faltase o que llueva en exceso y que, por ejemplo (no lo quiera el destino) se incendien la mitad de los bosques en cualquier verano atípico.

Parece difícil que eso ocurra. Aunque si comparamos la economía mundial con un bosque planetario, arden en el presente millones de voraces hogueras, destructoras de cuantiosos recursos materiales y espirituales.

Tras un vasto incendio quedan cenizas. La destrucción de empleo y el avance sostenido de las quiebras y la morosidad asoman sin parar en nuestros índices.

Somos una de las economías más dependientes y vulnerables de la CEE.

De ahí que, al fallarle a nuestro Faro de Occidente el oráculo, por soslayar contumazmente el riesgo inherente al enorme déficit exterior y unas malas finanzas, se acabe precipitando esta encadenada catástrofe.

La que fatalmente nos alcanza en el corazón de nuestra no asumida desigualdad...









domingo, 14 de septiembre de 2008

SARAH PALIN; OTRA CANDIDATA DE LA PERIFERIA




En épocas de crisis y catástrofes, las sociedades rastrean nuevas alternativas que reflejen los grandes impulsos colectivos para salir a flote.
La debacle económica en los EEUU y su reflejo exterior en el campo militar (Irak Afganistán) y las nuevas y viejas tensiones con países emergentes (Irán, Rusia) se ha unido a una peligrosa polarización social, debilitando el tradicional equilibrio impuesto por la mayoritaria clase media.

Ante el descalabro inmobiliario, el precio del barril petrolero y los alimentos, el crecimiento del paro, la extendida miseria y el miedo al mañana, son los norteamericanos de esta clase en peligro quienes presionan desde la base misma y aledaños en los dos grandes partidos, imponiendo nuevas figuras que los reflejen en la escena electoral.

A la hora del relevo que libere a la nación de un personaje nefasto como George Walker Bush, los demócratas jugaron la carta del periférico mulato Barack Obama. El desgaste que significó la larga pugna con la derrotada Hillary Clinton, intenta ser aprovechado reforzando el ticket presidenciable de John McCain por parte de los republicanos, mediante la atractiva cuarentona Sarah Palin, madre de cinco hijos, mujer de sanas costumbres conservadoras y Gobernadora de Alaska.

Estado oficialmente reconocido desde enero de 1959, ocupa 1.717.854 km, y a pesar de no acreditar fronteras con ningún otro Estado de la Unión (sí con Canadá), es el más grande de todos. Sin embargo razones climáticas y de habitabilidad remiten su población a algo menos de 700.000 almas.

El territorio de Alaska posee oro negro en cantidad, suministrándolo al concierto estatal mediante un oleoducto que utiliza soportes verticales, sometidos por efectos del cambio climático a una mengua constante en su estabilidad. En los últimos 30 años el clima aumentó tres grados centígrados, preveyéndose nuevos avances.


En ese periodo Sarah Palin, nacida en Idaho y alaskeana por traslado familiar desde los tres meses de edad, se graduó en la universidad, fue reina de belleza por un condado, se casó con su fornido compañero de estudios y concibió cinco hijos (la mayor embarazada en la soltería, aunque a punto de casarse; el más pequeño con síndrome de Dawn), mientras desarrollaba una carrera política que hace un tiempo le permitió acceder a la gobernación del Estado.
Sabemos que sus ideas en política son extremadamente conservadoras, y que además de practicar deportes a la par de su marido, sale a cazar y maneja muy bien el rifle.


A diferencia de la Clinton, adecentada por la cirugía, unas dietas forzosas y buenos asesores de imagen, la Palin sin ser bella, es naturalmente atractiva, la ropa le cae bien y se conserva en forma. Sin embargo, en materia de cultura, talento y dominio de las ciencias políticas, la ex Primera Dama resulta incomparablemente superior.

La candidata republicana a vicepresidir la nación gobierna un estado de la periferia, siendo periférica ella misma. Las considerables distancias en probable impacto electoral que la separan del también periférico, aunque carismático y esperanzador Obama -impuesto al fin contra la oligarquía congresual que apostaba por Hillary-, destacan en cambio su credo religioso y machaconamente conservador.

En realidad los oligarcas republicanos la tomaron prestada de un cierto anonimato ante el desgaste político propio, y la crisis de identidad que sufre el país, ofreciendo a sus votantes poco más que una próspera y corcona ama de casa; la moderna maruja de las nieves, surgida de la clase media y cabeza estadual de un gran territorio rico en petróleo y amenazado por el cambio climático, que para colmo relativiza en importancia política un módico caudal de votantes.

No obstante Palin -que horas atrás dio una muestra gratis de su tosquedad emocional amenazando por lo de Georgia a Rusia (visible desde alguna isla de Alaska)- refuerza al héroe de guerra McCain (afectado por cáncer de piel y algo avejentado para sus años) ante parte de un electorado femenino que hubiese sufragado por la Clinton; respaldando únicamente a Obama, si ella y no el canijo senador Biden figurase en el ticket de vice.

La paradoja del destino lleva a que el audaz descendiente de negro y blanca y la belicosa hija adoptiva de Alaska (en sintonía con la brutalidad de Bush) sean las atracciones de la inminente compulsa, ante la baja densidad de McCain y Biden, tradicionales miembros del establishment, muy bien vistos en las cumbres de Washington y Wall Street.

Los desastres financieros de esta nueva crisis mundial, superior quizá en magnitud y extensión a la que despuntó en el ´29, hicieron posible que un senador sin respaldo en las cumbres y una rudimentaria matrona de provincias galvanicen hoy la opinión pública mundial (quebrando los consabidos prejuicios raciales y tabúes antifeministas que, en los EEUU vedaban la aspiración a ciertos cargos) ante las elecciones presidenciales a celebrarse en el país más poderoso del planeta.

Hasta hoy, mal que bien continúa siéndolo. A partir de noviembre, veremos...



sábado, 13 de septiembre de 2008

LAS CUENTAS PENDIENTES

Son las que a lo largo y ancho de su historia acreditan los pueblos que malviven al sur del Río Bravo, con los del norte y sus representantes.

Cuentan viejos y nuevos pleitos para que los gobiernos de Bolivia y Venezuela expulsaran a los embajadores norteamericanos. Los más recientes enlazan revueltas opositoras de sectores privilegiados respaldados por los funcionarios yanquis, nostálgicos del virreinato en el que ponían y sacaban presidentes a voluntad.

El drama político boliviano ha sido claramente alentado por la administración Bush; al igual que los crecientes roces con el gobierno de Hugo Chávez Frías. Nos guste o no, libremente elegido por la mayoría de los venezolanos.

Las crecientes tribulaciones del Presidente indígena (e indigenista) Evo Morales, responde a una tragedia social que ningún gobierno desde la independencia hasta hoy, pudo resolver: el de la riqueza de unos pocos y la miseria de muchos.
En el presente, el gobierno central controla el Altiplano y los valles; sus enemigos las provincias de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija.

O sea, el petróleo, el gas, los minerales y las finanzas.

Ante la algarada de Chávez, patrocinando una intervención del Ejército venezolano en Bolivia si la nueva "rosca" desde Santa Cruz y aledaños asesina al Presidente o lo depone por medios violentos, la respuesta del jefe militar de esa nación no se hizo esperar. Los oficiales de un nuevo Ejército, entrenado por expertos norteamericanos y avituallado en armas e ideología con el patrocinio del Departamento de Estado (tras su virtual destrucción a manos de la furia popular ante el golpe de Estado reaccionario de 1952) advirtieron que no tolerarán la injerencia de tropas extranjeras en suelo patrio.

Se refieren desde luego a las venezolanas.

¿Es posible entonces, un golpe de Estado en Bolivia?

Quizá no en su forma clásica a tenor de lo que sobrevendía en un Continente menos dócil, y con territorios donde la democracia y el populismo comparten mesa y mantel; aunque la actitud de Morales llamando a la conciliación y reuniéndose con el principal dirigente opositor marque su probable derrotero.

El nudo gordiano de la crisis boliviana es que, siendo mayoría, los indígenas no han podido formar una élite que los lleve más allá del circuito étnico. Tampoco el resto de la población blanca o mestiza creó aceptables hombres de Estado. Las alternativas de esta grave carencia -frecuente en América Latina- proyectaron más de doscientos cuartelazos triunfantes con gobiernos de breve curso en este país sin salida al mar, desde su fundación.
Los actuales medios políticos y sociales no autorizan romper el nudo de marras.

De forma tal que, según pintan los sombríos colores de un lienzo -a menudo teñido de sangre- hoy son los poco democráticos opositores, dueños de medios materiales superiores, y el evidente respaldo del Ejército, quienes se preparan para convertir a Morales en un nuevo Aristide, para luego derrocarlo conjuntamente, aplicando las tácticas de camuflaje orientadas por nuevo embajador de Bush, McCain u Obama.

Aquellas que permitan a los Kirchner, Lula y Bachelet (mandatarios de los tres gigantes de la región) soslayar el cobro de las cuentas pendientes sin saldar entre el Imperio y sus pueblos.


viernes, 12 de septiembre de 2008

LA DIFÍCIL RECONSTITUCIÓN DE UN PODER MENGUADO

En previos post sostuve que la propuesta de Hugo Moyano en el juzgamiento de la guerrilla y sus asesinatos en los ´60 y ´70 respondía a una estrategia enfilada a desgastar aún más el poder de los Kirchner, tras la derrota sufrida por causa del turbión agrario.

Al factor se suma el money, meney, money...

Una reciente medida gubernamental permite aumentar un 25% los precios de la industria farmacéutica, angostando la bolsa de los sindicatos y sus prestaciones sanitarias, que a ella recurren.

Es bien conocida la abultada contribución de los laboratorios a las campañas políticas del poder; de manera que en la instancia de recuperar el terreno político perdido, los Kirchner han optado por los laboratorios, perjudicando a los gremios, nucleados en las dos centrales obreras de Hugo Moyano y Luís Barrionuevo.

Uno de los argumentos que intentan legitimar este aumento, no sujeto a revisión salarial, radica en las poco justificadas prestaciones de servicios por parte de Moyano, Barrionuevo & cía a sus afiliados.

Tampoco se transparenta el grado en que esta suba de precios reforzará por elevación las contribuciones farmacéuticas al Partido Justicialista (cuyo jefe es Néstor Kirchner); aunque se deduce alto.

Aquí topamos de nuevo con la corrupción masiva en todos los órdenes, y la guerra de unos y otros por capturar los aportes laborales, realizados en base a descuentos sindicales forzosos en nómina.

De resultas, Moyano ataca a Kirchner al resultar afectado (su mujer es quien maneja los fondos sindicales de Previsión Social), en la línea de flotación que le autoriza el apoyo de la izquierda y las Madres de Plaza de Mayo (con peso en la opinión pública), mientras el ex Presidente mangonea los asuntos de Estado y la economía del país utilizando a su propia dama.

Las víctimas de esta pugna mafiosa en la que intervienen estructuras familiares, empezando por las parientas, son los de siempre. Aquellos argentinos que ganan el pan con el sudor de su frente, y del otro lado los Moyano y Barrionuevo, (también, cómo no, auxiliado por su doña de armas tomar) saqueadores que operan desde adentro, bajo concupiscencia Estatal.

La pugna por la pasta es un rifirafe común entre las mafias. Cada cual cuida su caja con el dedo en el gatillo. Y en el charco servido de este peronismo menguante, integrado por jefes y caudillos poco perdurables, cada cual procura enriquecerse a tope mientras dure la bonanza, y los "primos" de siempre aguanten la pirámide,

Ante semejante cuadro, de poco valen las protestas de la Presidenta ante los riesgos que advierte el Banco de España sobre cualquier inversión en Argentina.

La corrupción y sus altos niveles no son de fiar, mas que para los que viven de las comisiones cobijadas por el secreto, los negocios sucios, y las maletas de dinero coimeras que vienen y van.

En noviembre se aguardan nuevas elecciones parciales en varias provincias. Siendo decisivas para los Kirchner, se requieren fondos que alimenten las campañas y les permitan reconstituir el poder menguado. La virtual quita a sus socios gremiales para engordar indirectamente el presupuesto requerido, anuncia nuevas batallas, con vencedores y vencidos.

Tras el fragor de combates sin principios, será el país quién muerda, una vez más, el polvo amargo de la derrota...



jueves, 11 de septiembre de 2008

LA INSTANTÁNEA QUE ESCANEA EL ALMA: HUGO MOYANO

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EL CAMIONERO HUGO MOYANO, UN MODELO GANSTERIL AL COMANDO DE LA CGT ARGENTINA


Recojo en el siguiente post la expresiva instantánea que pinta entero al gorila Hugo Moyano, del diario Página 12.

En el ejemplar de hoy se publican y comentan parte de sus declaraciones, realizadas el 10/9, sobre el asesinato del metalúrgico José Ignacio Rucci, secretario de la CGT ultimado -según contó Mario Firmenich(¡vaya pieza!)- por un comando montonero cuando abandonaba la vivienda de una de sus amantes.
Rucci era de lo peor; el sirviente de Perón que le extendió su paraguas, cuando en plena llovizna el anciano líder pisó suelo argentino tras 18 años de exilio, en una instantánea que dio la vuelta al mundo.

La servidumbre de los de su especie se extendía a otras mañas más violentas con los militantes obreros de izquierda, o los que sencillamente lucharan por sus derechos. El oficioso burócrata, que había sido comunista en su adolescencia, abrazó el peronismo sindical y enfrentó a sus antiguos camaradas desde el poderoso gremio del metal, dominante entonces.

En el sendero de una carrera rápida escaló posiciones en los años ´60, y una vez asesinado Agusto Vandor (alias El Lobo), máximo dirigente -enfrentado a trancas y barrancas con Perón desde 1965-, por un misterioso comando en su guarida, el tenaz y menudo Rucci mejoró su performance, hasta el punto de ser elegido jefe de la entonces poderosa Confederación General del Trabajo (CGT).

Opuesto a Héctor Cámpora y la juventud peronista de izquierdas, su vida terminó cuando Perón, a corta distancia de culminar la suya, retomaba plenamente el poder.

El violento exit de Rucci fue una advertencia de los Montoneros dirigida al jefe supremo, precipitando el efecto contrario. El régimen endureció su trato con los jóvenes izquierdistas del peronismo, mientras el siniestro López Rega y las Tres A acribillaban falsos peronistas...de Perón.
Acelerando el drama austral y la precarización de su democracia, la escabechina se extendió hasta ciertas gobernaciones consideradas zurdas, entre ellas las de Córdoba y Buenos Aires.

Tras promover la dimisión de algunos diputados jóvenes en el Congreso y expulsar a otros de la legendaria Plaza de Mayo, Perón aceleró su mutis por el foro, cediendo el poder a la iletrada Isabelita y su mucamo fascista.
Lo demás es conocido, culminando el 24 de marzo de 1976 con el útimo golpe militar triunfante en la Argentina.

Ahora, que por fin se juzga a los matarifes de uniforme y sus sicarios, responsables de las horrendas masacres perpetradas contra 30.000 argentinos, sale Hugo Moyano a reavivar la inaudita paridad entre estos monstruos que prohijaron las tres armas (Ejército, Armada y Aeronáutica) ejerciendo el despotismo desde la cúpula del Estado, con los terroristas que liquidaron a un reconocido gánster sindical del viejo peronismo.

No es que yo exima a los Montoneros o el ERP de sus crímenes y provocaciones, pero la sugestiva reacción de Hugo Moyano se produce ante la detención y encausamiento de represores con grado militar o policial que operaban en nombre del Estado, sin legitimidad alguna.

Aclaro que en las tradiciones del sindicalismo peronista -sobre todo en las del gremio metalúrgico, y ahora en el de transportistas, al que Moyano pertenece- se acreditan fraternos vínculos con militares y teóricos fascistas de la ultraderecha criolla.

Con la vista clavada en la fortuna y el poder, los pragmáticos Kirchner no hicieron asco a estos méritos. Es por eso que tanto Moyano como el fideero, confeso ladrón y millonario Barrionuevo (o los piqueteros domesticados de Delía y un sector de las Madres de Plaza de Mayo) son piezas que los inquilinos de la Casa Rosada siguen utilizando en sus variopintos tejemanejes.

Antaño, los ejemplares de su estirpe nutrían las bandas armadas que, con o sin militares al frente, limpiaban las fábricas y gremios de agitadores molestos.
Ahora, sin las grandes fábricas que ignora el modelo de desarrollo posmenemista, ni militares que hagan su voluntad y les permitan enriquecerse, los molestos agitadores no son una amenaza para el sistema. Igualmente, las ideas existen y a Moyano le molestan, pues conducen a escarbar en un pasado del que fue cómplice, y de un presente inquietante que el matrimonio gobernante ya no garantiza.

De ahí que a este vociferante gorila, apuntado a la estrategia opositora que ensaya desde la derecha peronista el ex Presidente Eduardo Duhalde, no se le ocurra escarbar en las matanzas de gremialistas rebeldes durante la última dictadura, y en cambio exija mano dura para quienes asesinaron a sus hermanos de leche; entre los que destaca su tan llorado Rucci, representante del antiguo esplendor y sus corruptelas.

Moyano, en nombre de propios fantasmas- y las empresas de transporte que posee- torna a reavivar la vieja tradición; aquella que sintetizaba la antigua consigna de "¡Ni yanquis ni marxistas: peronistas!

Hoy, los mencionados están de capa caída. Los primeros, por la crisis económica y militar que los agobia; los segundos por el desplome del comunismo y su retroceso en el planeta; y los terceros merced a su constante división, acentuada por los incesantes fracasos desde el poder.

Con todo, al encumbrado mafioso de esta CGT decadente y de escaso fuelle, le sobran arrestos para resucitar la consigna; añorando quizá a los dadivosos militares golpistas y los meritorios sicariatos de tiempos que no volverán.

ASUNTOS SUCIOS

Son los que ahora mismo afectan a uno de nuestros tres poderes: el Judicial.

En su edición de hoy el diario oficialista Público, sostiene que "el Gobierno contenta a quienes piden mano dura", refiriéndose a una reforma del Código Penal que preve "hasta 20 años de libertad vigilada tras la cárcel, para terroristas y pederastas".

O sea que, nuestros impuestos, el fruto del trabajo común recaudado por medios directos e indirectos, además de sufragar la incompetencia contumaz de muchos hombres públicos, deberán supervisar la libertad vigilada de asesinos y violadores, destinando a los agentes del orden tareas que se restan a la persecución de nuevos crímenes y delitos.
Nuestras gotas de sudor ganando el pan son mal recompensadas desde las altas esferas, dónde se supone, representan a quienes les pagamos el sueldo.

Unas y otras víctimas de estos delincuentes a los que se prevee vigilar, padecieron asesinato, o graves secuelas físicas y psíquicas en su sobre vida. A unos y otros se debe honrar in memoriam o auxiliar por todos los medios posibles, no a deshonrarlos o protegerlos de los que salieron del trullo (y nunca debieron abandonarlo con tanta liviandad), en aras de la seguridad ciudadana.

En términos económicos y de seguridad, nos cuesta más e insume mayores riesgos la sostenida vigilia (¡por 20 años!) de estos peligrosísimos inadaptados, que los muros de una cárcel.

El dramático caso de Mariluz y la dejación judicial para con su asesino mueve a una reflexión más profunda que la ofrecida por los 1.500 euros de multa impuestos al juez que no cumplió con su previa detención, según lo dispuesto mucho antes por causa de sus delitos sexuales y atentados contra la infancia.

El que a la multa no la acompañe su fulminante destitución al cargo desvela la profunda descomposición, pletórica de espíritu de cuerpo y amaños, que se abate sobre el Poder Judicial en este país.

Si los jueces del CGPJ (Consejo General del Poder Judicial) son designados mediante pactos y consensos de naturaleza política, más propios del fair play deportivo que de una legislación seria, poco se podrá esperar del fiel de la balanza.

Seguirá desbalanceado, mientras el valiente Jesús Neira agoniza, y el combativo Juan José Cortez -padre de la pequeña que una tarde salió a comprar golosinas y se dio de bruces contra una bestia que nuestra "justicia" había olvidado enjaular- ejemplifican esa España digna; la misma que las corporaciones olvidan y los restantes poderes niegan con vocación suicida una y otra vez...

El comportamieto de ambas familias (la de Neira y Mariluz) resume lo mejor de nuestra tierra. Han transformado el dolor propio en protesta ciudadana de gran calado contra este estado de cosas.

Siendo un objetivo estímulo para todos, a ellas me sumo de todo corazón.








martes, 9 de septiembre de 2008

LAS TARAS DE LA MAÑANA

Brotan como los hongos en la Cope, de lunes a viernes entre las 6 y las 12, desde la bocaza ofídica del señor Jiménez Losantos.

Hoy, en plena tertulia y a tenor de las recientes designaciones en las alturas del Poder Judicial y los pactos políticos que las posibilitaron, el retornado as mediático de la Conferencia Episcopal, dijo con la mayor naturalidad que "durante el franquismo hubo grandes magistrados".

No contento con ello hizo extensiva la virtud a Benito Mussolini y su oprobioso régimen.

¿Es posible concebir una brillante judicatura, o grandes magistrados sin que medie la plena vigencia del Estado de derecho. O es que acaso era el derecho humano un preciado bien en el fascismo peninsular y en nuestro fascismo agrario?

Quien diga que sí merece un chaleco de fuerza...

Pues bien; ante mi relativo estupor, los directores de "El Mundo" y "La Razón", quisquillosos demócratas enemistados con el socialismo y presentes en la tertulia, no le contradijeron.

El que calla otorga...

Al segundo de los oficiosos otorgantes lo ninguneó Losantos, cuando Francisco Marhuenda (diestro colocando la cabeza en el cepo) sostuvo con orgullo de meritorio que todos ellos "eran liberales".

"No sé lo que será usted...", terció con asco el patrón de la barcaza, sin completar la frase al ser interrumpido por otro tertuliano con un nuevo comentario ajeno al punto.

En cualquier caso, el franquismo orgánico del conductor de "La Mañana" y su desprecio por quien no piensa exactamente como él le asoman en la mayoría de sus reflexiones, inflexiones (y genuflexiones para con monseñor Rouco y sus lugartenientes).

Sorprende observar las anchas tragaderas de ciertos tertulianos para con este devaluado trasgresor del diálogo democrático.

No me refiero al señor Ramírez, suerte de primo hermano ideológico y emocional, más o menos respetado por éste con toda razón.

Esa razón es la que no asiste al temulento Marhuenda, a pesar de dirigir un periódico que la invoca como cabecera.

Creo que algunos personajes del periodismo, las letras o las vociferaciones que se creen liberales, debieran asumir que les apasiona lo peor de nuestro pasado. Otros sufrirían menos de confesarse masoquistas en pleno derecho a ejercer.

Si bien suelen ser complementarios en uno u otro grado, el sadismo y el masoquismo tienen traducción política.

Cualidades atribuibles a Losantos, Ramírez y Marhuenda, según lo expuesto renglones arriba, se derramaron como lava hirviente mediando los comentarios y actitudes servidas en "La Mañana" de este martes 9 de septiembre, mientras la cifras de paro aumentan y el frío lacerante del miedo económico empieza a calar los huesos de la sociedad española, sus nueve millones de pobres y los que vendrán...
En la tertulia que sintonicé hoy mandaron otros temas, dignos de Bizancio.

Éstos son los liberales que Francisco Franco nos legó secretamente al borde de la tumba, mientras despertábamos de su pesadilla...




lunes, 8 de septiembre de 2008

LAS TARAS DEL SÁBADO A LA NOCHE

Brillaron con fulgor propio en La Noria del pasado sábado.

La más manifiesta fue la de Violeta Santander, compañera sentimental del salvaje que hace más de un mes dejó en coma al profesor Jesús Neira, su defensor ante la clara agresión (filmada por la cámara de un hotel) del drogadicto Antonio Puerta.

El caso es que ella -alquilada por los productores del programa a un coste de 70.000 €uros- defiende con ojos obsesivos y boca desencajada al doble agresor, remitiéndose a lamentar en último término que Neira, esté entre la vida y la muerte, con tres costillas rotas y lesiones cerebrales de pronóstico reservado.

Para la Santander, con antecedentes de un anterior matrimonio con otro maltratador (policía de oficio), el episodio dejó tres víctimas, a saber: Puerta, drogata violento con foja de servicios comprobable; ella, paciente novia del susodicho; y Neira, a quien nadie le pidió que increpase al novio, recién salido de una desintoxicación. A esa versión agregó el que su caída, no provocada por el novio, sino por el vértigo clínico que padece, fue lo que confundió al profesor Neira.
Sin embargo, varios testigos del incidente señalan que en primer término su acompañante la derribó mientras la insultaba.

La dama permuta estos insultos por los que el profesor dirigió al sujeto; verdadera espoleta que activó la granada de los puñetazos y patadas que le propinó el innoble bruto.

O sea que, según se desprende del zafio argumento, quizá el valeroso Neira, enemigo jurado del maltrato a cualquier ser humano, no recibió otra cosa que su merecido (facilitado, eso sí por la reitereda ceguera profesional de los servicios hospitalarios de guardia)...

Al panel entrevistador y opinante del espacio circense lo conformaban tres periodistas. Pero no fue María Antonia Iglesias -pura pólvora- quien se salió de madre, sino Pilar Rahola. Su gestual indignación, potenciada aún más por el desgarro vocal y los argumentos dramáticos, no dejaron flanco sin hostigar a la Santander.

Que si "venía a lucirse con sus modelitos"; que "si cobraba por sentarse en La Noria"; etc, etc.
Es curioso cómo se enciende Rahola -en desfavorecedora versión rubiales- ante las taras de algunos, licenciando las de otros.

Me refiero a los sádicos que en el Ejército israelí masacran por doquier a los palestinos sin respetar a mujeres, niños y ancianos.

Aclaro que defiendo el derecho a existir del Estado Judío ante cualquier agresión; aunque también el respetable derecho de los palestinos a edificar su propio Estado.
Rahola lo sabe, pues durante un par de meses ya lejanos intervine bajo invitación en su Blog. Duró poco, por esto y otras cosas que se le parecen bastante.

Sus cargas contra Chávez y Castro coinciden con las de Jiménez Losantos, George Bush, José María Aznar y otros neocons de libreto a la carta.

Salvando la defensa de Catalunya y el programa social (o lo que queda del mismo en el proyecto socialista), la identidad de intereses entre ella y los aliados "liberales", y su enemistad con los tradicionales enemigos de los EEUU están a la vista.

Ante los referidos genocidios, los viejos y los nuevos, o las verdaderas causas de hambre, miseria e injusticia que promueven la eclosión del populismo prebendario y castrador, Pilar se indigna mucho menos, desvelando otra tara.

No es precisamente su caso un Síndrome de Estocolmo matizado por elementos propios, como el de la perturbadísima compañera sentimental de un drogadicto peligroso, quién, fascinada por la violencia delega su explosión en hombres que ama y odia a la vez.

Pero quizá la proverbial y destemplada gestualidad de esta ex política y antigua periodista, y algunos argumentos inadecuados que desgranó el sábado sxu línea de ataque (por ejemplo que la Salazar estaba guapa de la muerte, en vez de plantear que su amor por el victimario desvelaba en sí mismo un patético amor por la muerte), tengan origen en cierto sentimiento de culpa, y otros complejos no asumidos, aunque para mí evidentes.

Las taras son las sombras freudianas, los mitos desbocados hechos culpa y tormento que nos persiguen con prisa y sin pausa, desgranados a fondo por Carl Jung en sus mejores trabajos sobre el subconsciente.

La Noria se alimenta de ellas. El espectáculo suele exaltar este tipo de fórmulas. El diabólico y (falsamente) mesurado González (¡ah, bribón!), es uno de los que las sirve mejor. A más de ciertos entrevistados, algunos de sus panelistas, ya lo dije, acreditan las taras en llaga viva.

En ocasiones, el programa despliega espectáculos menos deplorables que el presenciado el sábado; con una pobre enferma cabalgando en la sinrazón y el grotesco, torpemente acosada por una periodista no muy cuerda.

Una cosa es el debate, otra el reñidero, pródigo en la exposición de taras y tarados. O de gente en crisis que no remediarán un cambio de look y la escenificación de una opereta.

Entre los pecados de Jordi González y su equipo de producción se cuenta el privarnos de la maravillosa dicción catalana y la riqueza lingüística de la atractiva y potente Gloria Serra en la radio. Ante el micrófono, es la que mejor regala nuestros sentidos.

Aquí, además de vestirla terriblemente mal, la remiten a una ayudantía menor; indigna de una gran comunicadora.

Debido a tan malas artes, nos falta en las mañanas, sobrándonos los sábados noche en una función que minimiza su talento.
Seguramente Gloria gana un pastón, y creo que personalmente lo merece por el esfuerzo que venía acreditando en los espacios de Com Radio y otros que recordamos, sin que le retribuyesen como ahora.

Somos nosotros los que sin duda alguna merecemos debates y ponentes más dignos en cualquier espacio televisivo.
La nuestra, es una retribución pendiente de pago.




























sábado, 6 de septiembre de 2008

PACK CECIL BLOUNT DeMILLE 1: THE SQUAW MAN (EL FUGITIVO/ 1914




DeMille rodó éste, su primer filme, a finales de 1913. Fue un exitazo que le consolidó ante sus socios y el público.
El Fugitivo es la historia de un noble británico del cuerpo de Lanceros que asume el robo de otro aristócrata -marido de la mujer que ama- e intentando proteger su reputación se fuga al Oeste americano. Allí se transforma en propietario de un Rancho y termina conviviendo con una india, que le hace padre de un pequeño mestizo.
Las cosas se complican cuando ella ultima a un cuatrero bravucón que amenazaba al protagonista, y el alguacil del condado quiere encerrarla. El ranchero inglés, paradigma de virtud y absolutamente americanizado, será salvado de nuevo por su fiel compañera, a punto de perecer en un pozo nevado que emite gases venenosos. De forma tal que su gratitud para con ella es absoluta.
En el ínterin el verdadero ladrón ha viajado junto a su mujer al Oeste, topándose con el fugitivo, tras lo cual, el primero tiene a bien de despeñarse mortalmente, confesándose autor del robo mediante una nota guardada en su chaqueta. La segunda muerte importante radica en el suicidio de la india (pecado mortal que la industria vetará más tarde). Impulsada por la vocación de servicio de una raza derrotada en Wounded Knee, quiso dejarle libre para que realice su paternidad del pequeño junto a la viuda inglesa.
La imagen última del relato enfoca al protagonista abrazando el cadáver.
"Ha muerto una madre"- dirá.
En el reparto de la cinta destaca su primitivo astro de entonces, Dustin Farnum; algo entrado en carnes y de calvicie mal disimulada. Le escoltan Monroe Salisbury (el ladrón), la menuda y nada glamorosa Winifred Kingston (su mujer y objeto de deseo de Dustin) y la chaparreta Red Wing (una genuina intérprete de piel rojiza, contrariamente a lo que Hollywood hará después maquillando a actrices blancas y estilizadas en el desempeño).
Si bien la copia es nítida, hay ciertos cortes e incoherencias en su metraje. Se extrañan intertítulos que aclaren parlamentos gestuales (a todas luces insuficientes) y sobra el olor a naftalina. Pero sin duda se trata de un documento importante en la historia del cine y sumándole el factor al propio mérito del filme se visiona con arqueológico interés.
Como detalle revelador de la minuciosidad con que DeMille encaraba sus productos, volvió a rodar dos nuevas versiones de El fugitivo.

La primera, con más experiencia, refinamiento y medios a su disposición, cuatro años después empleando al más atractivo Elliott Dexter, secundado por Jack Holt, Anne Little y Khaterine MacDonald en los roles principales. En la segunda y ya sonorizada versión de 1931, introduciendo a Warner Baxter, Paul Cavanagh, la mexicana Lupe Vélez (como glamurosa india de turno) y la bella Eleanor Boardman.



viernes, 5 de septiembre de 2008

LAS RAZONES DE LA SINRAZÓN

Me refiero a las que esgrime el señor Feinmann y reproduce en imágen You Tube; puro insulto.

Considera que los bloggers somos unos pelotudos por descalificarle.

¡Qué vanidad! ¡Cuánta sinrazón!

Nosotros somos la letra que silencian los poderes, apetentes de relamidas plumas de alquiler, gemelas de la suya.

Si a cada chancho le llega su San Martín, a este peronista progre -hijo de la soberbia montonera, tinta en sangre propia y ajena- le aterrizaron suavemente los Kirchner; usureros desde su fortuna, acumulada a base de ejecutar deudores hipotecarios morosos en los años ´70 y ´80; multimillonarios luego de la etapa santacruceña; omipresentes hoy en el gas, la banca, el petróleo (pronto quizá en las Aerolíneas), y para desgracia de los argentinos, apoltronados con iguales dosis de soberbia en la Casa Rosada.
El insaciable matrimonio y sus adláteres acopian bienes y dólares por doquier, con o sin retenciones a la soja.

Son usureros y apiladores de fortuna encaramados en el poder, a quienes sirve desde su levedad de izquierdas este abotagado profesional del sorbeteo.

La cumbre literaria de Feinmann abrevó en la crítica al gobierno de Carlos Saúl Menem; abiertamente corrompido. Con el zorreril Néstor Kirchner, vulgar encantador de serpientes que encandiló a muchas madres de Plaza de Mayo y a algunos contestatarios con su afán de justicia anti procesista, llegó su hora gloriosa.

Allí despuntó para Feinmann la encendida eclosión oficialista, basada en simplezas de corte antiimperialista, que abrevan (ya lo dije) en Jorge Abelardo Ramos y [también] en el pícaro y divertido Arturo Jauretche, sin recoger ninguna de sus virtudes literarias y conceptuales; productos de una época que no se repetirá.

El inconfeso discípulo se quedó en la superficie de las cosas, recibiendo su libra de carne, mientras los Kirchner y sus socios abultaban el monedero a costa del erario público y las comisiones de Chavez y cía, u otros delincuentes.

La turbia historia del peronismo es en sus estamentos de mando una sucesión de corruptelas mafiosas, sobrevividas por vía sindical a la defenestración de su líder en 1955, y tortuosamente prolongadas a lo largo de la historia reciente por la desvertebración social argentina y su penosa resultante política, desarrollada antes, durante y después de la última dictadura militar.

La carta de izquierdas, evanescente cortina de humo que desdibuja el saqueo, la prolonga hoy la mujer del mandamás -a cargo del Poder Ejecutivo- bajo aliento del susodicho.

Decir que el lobo nos acecha mientras ellos se meriendan las ovejas, es la forma de cuidar el negocio...

No hay mejor procedimiento para enmascarar el robo y la corrupción que los ideales, cuando son enunciados sin respaldo alguno en la praxis. A la clase media de izquierdas más o menos bien alimentada le sirve el discurso. Feinmann convalida el multimillonario botín por mera calderilla, como cabe a los sirvientes manumisos.

Caso único en la Historia Argentina, en medio de robos y corruptelas Juan Perón llegó a ser calamitosamente práctico equilibrando los factores de producción. Sus herederos -desde Isabel a Cristina- lo fueron y son mucho menos. Se han centrado en sus cuentas bancarias, debidamente resguardadas en paraísos fiscales.

El estalinismo resultó pródigo en las artes de representar un imago de justicia social, negándolo en la realidad. El populismo -esa mezcla de fascismo con rabiosos acentos bolcheviques- reitera el método, y Feinmann, en la ribera de los sesenta años y harto de matar pulgas entre los renglones, aprovecha el momento tarifando su pluma.

Por eso no precisa de un Blog.

Se lo ofrecen a otro nivel y consideración, gustosos a tanto la palabra, Página 12 o Clarín, hojas que el kirchnerismo observa congratulado, mientras ciertos editores brindan oficiosos, imprenta a sus textos, carentes de cualquier autocrítica o análisis serio.

El paradigma del vaciamiento conceptual se corporiza en él. Viene a ser una de las tapaderas caligráficas del timo económico, arropado por los votos mayoritarios de una sociedad desestructurada.

Decir que el peronismo es una obstinación argentina comporta -aparte de insultar la inteligencia- el obsequiar la virtud del coraje a una comprobada patología mediante la soterrada exaltación del despotismo nacional y popular.

El correspondiente intento de Feinmann pretendiendo humanizarlo en su realización práctica acrisola visible desfachatez.

Su peronismo es una fábula que la realidad contradice. Los funcionarios de izquierda que secundan al matrimonio corporativo de esta etapa son tributarios del método. Y, ¿qué otra cosa es el señor Feinmann, sino un tributario oficialista?

El supuesto de que los blogueros escribamos mal es otra de sus consabidas falacias. Habrá de todo, como en el periodismo y la vida. En lo que a mi respecta, podría enseñarle a escribir al felón. Lo que jamás procuraría, es estimularle el ser honesto y humilde.
Los perros se parecen a sus amos hasta en el ladrido...

De ahí que a un trabajo mío jamás pudiera ilustrarlo alguien tan ambiguo, iletrado e inconsistente como el repelente Rep; sobrado de veleidades parisinas al pedo.

Además, debiera observar el caballero que, para mal o bien de la literatura, los escritores vocacionales de cualquier blog -no festoneados por Miguel Repiso ni patrocinados por Página 12- somos en cualquier caso más libres.

Algo de lo que este canalla y farsante -un auténtico sirviente del poder ebrio de fama, al borde de un ataque de nervios- jamás podrá enorgullecerse.


jueves, 4 de septiembre de 2008

LA COMPAÑÍA LASKY, EMBRIÓN DE PARAMOUNT PICTURES, EN 1914


Jesse Lasky elegantemente aposentado en el centro; DeMille, con las manos en los bolsillos de su clásico breeche y las infaltables botas de su primera madurez, a la derecha. Los demás son actores y técnicos. Aplicando el zoom se apreciarán detalles. La página y media corresponden al imprescindible, voluminoso y esencialmente gráfico The Pictorial History of the Silent Screen, la joya de Daniel Blum.
Incluyo esta panorámica para situar a mis visitantes en la empresa que DeMille y sus socios de entonces edificaron para gloria de Hollywood, el Star System, los buenos negocios, y en algunas ocasiones el arte cinematográfico...

PACK 1: CECIL B. DeMILLE: JOAN THE WOMAN (JUANA DE ARCO/1917)





Notable esfuerzo de este descendiente de holandeses por hacer de Juana de Arco un producto artístico, a la vez que comercial.

Los éxitos obtenidos con Geraldine Farrar en Carmen y luego María Rosa (basada en un libro del catalán Ángel Guimerá, donde la Farrar pasaba por una pagesa) le animaron a realizar este excelente espectáculo, bien remasterizado para nuestra revisión. El estilo interpretativo y singularmente operístico de esta prima dona -histriónico en Carmen, bastante más mesurado aquí-, rinde sus frutos. Pese a que el cinema silente no le permiten lucir una calidad vocal venerada por los críticos y el público, la diva transmite con desusado vigor la fuerza de una personalidad que, ya hemos dicho, no se apoya en la belleza ni en un físico apetecible (su aspecto de matrona -prematuro para su edad biológica- debía alcanzar poco más de metro y medio).

El producto supera estos naturales obstáculos gracias a una indiscutible calidad narrativa. Por desgracia, así como su Carmen resultó oscurecida por la parodia de Chaplin, este otro buen hacer colisionará en la historia del cine silencioso con Carl Theodor Dreyer y su Pasión de Juana de Arco (1928); una gran obra maestra, menos comercial que artística.

Asimismo, la doliente y conmovedora performance de María Falconetti -la Juana de Dreyer- desbordó ampliamente los más convencionales recursos de Geraldine Farrar; digna de cantar junto a Enrico Caruso, menos efectiva como actriz de cine.

Mediando nueve años entre uno y otro filme, el drama humano remitió al olvido un brillante estereotipo.

Dreyer desarrolló su relato en las antípodas de lo que nuestro admirado De Mille, absorbido por su ímpetu de pionero y ejecutivo de una gran factoría (la naciente Paramount de Lasky, Zukor, Goldfish y él mismo) plasmó el suyo.

A la primera Doncella de Orleans de Hollywood (la segunda sería Ingrid Bergman), la escoltan Wallace Reid interpretando a un invasor inglés prendado de su encanto sobrenatural, y Raymond Hatton (Rey de Francia algo acobardado a quien por un instante influye la heroica guerrera, visionaria y santa); intérprete que reseñaremos en otro De Mille, inserto en este excelente pack.

En el fotograma superior que encabeza el post, la Farrar arde en su martirio final. En el inferior yace maltrecha tras una fiera y masiva batalla de espadas y lanzas; evento en el que DeMille, curtido en el desplazamiento de grandes masas de figurantes, sentaría reales a comienzos del periodo sonoro.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

PACK 1 CECIL B. DeMILLE: CARMEN/1915




De Mille adapta la famosa obra de Prósper Merimée empleando a la soprano y actriz Geraldine Farrar, de 33 años (Carmen), emparejándola con el galán Wallace Reid (Don José). De gran personalidad y brioso temperamento aunque de corta estatura y escasa belleza a causa de una cara demasiado ancha y una boca poco agradecida, la Farrar sobreactúa con enorme desenfado, mientras el modesto Reid luce su apostura de varón americano disfrazado de español, embutido en uniforme cuartelero.
Cabe señalar que, al sentarle tan bien el atrezo, a juicio de las espectadoras, el bello ejemplar se convirtió en un ídolo de la pantalla, hasta el penoso instante que la morfina pudo más que la fama y la fortuna, ocho años después.
El relato en sí, está mejor construido de lo que se podía esperar. No obstante, Chaplin se dio el lujo de parodiar el filme con una "Carmen" propia, empleando su ironía de costumbre.
Es la que se conoce y disfruta en todo el mundo, ensombreciendo el mérito de ésta.
La versión original es visionable y hasta cierto punto entretenida. Su proyección en los cines de la época cosechó aplausos, permitiendo que De Mille insistiese con Farrar en cinco nuevos temas. El que reseñaré en próximo post es "Joan The Woman" (Juana de Arco).

lunes, 1 de septiembre de 2008

PACK DeMILLE 1: THE CHEAT (LA ESTAFA/1915)



Traducida también como La marca del fuego en su estreno español, esta cinta de DeMille transpira sexo, un conato de prostitución a cambio de 10.000 dólares (de 1915) y la venganza del apetente príncipe birmano- encarnado con diabólica precisión y sex appeal por Sessue Hayakawa- al rechazar la dama (Fannie Ward) el cumplimiento del virtual contrato.
Entre medio aparece un marido en dificultades financieras, absorbido por las inversiones bursátiles (un insípido Jack Dean), y la cuota de racismo al retratar las bárbaras costumbres de un despótico y vengativo oriental.

El trato entre la dama de sociedad y el príncipe procuraba reparar la poca fortuna de ella perdiendo 10.000 dólares que no le pertenecían en una mala inversión. La ruptura del mismo, a un golpe de fortuna del marido en Bolsa.
Ward, que además de pactar sexo por pasta había coqueteado de lo lindo con el exótico varón, consigue que Dean le extienda un talón por los diez mil, que secretamente y de inmediato ofrece devolver al otro. Hayakawa se niega y ella, a punto de ser forzada se defiende baleando al agresor; no sin que antes éste le marque a fuego la espalda con su sello real, siempre a punto en su afán de acreditar la private property de jarrones y otras minucias.

La violenta escena antecede a la que treinta y ocho años después rueda Fritz Lang, haciendo que el despechado ganster Lee Marvin vuelque sobre el rostro de su amante Gloria Grahame una jarra de café hirviendo en Los sobornados.
La maestría de De Mille remata la escena mediante un primer plano del enfurecido Hayakawa desgarrando el vestido de Ward al tiempo que echa mano del sello al rojo vivo. De inmediato lo descarga sobre su espalda descubierta y visualizamos la humareda. El procedimiento nos permite imaginar el feroz marcaje.
Lang y Alfred Hitchcock han resuelto escenas violentas -paradigmáticas en el cine negro americano de los años ´40- empleando esta capacidad de sugerir, integrando al espectador en la acción.

Luego el filme abandona su erotismo original y algo de gas en beneficio del moralismo algo perverso que esgrime DeMille en todas sus películas de sociedad.

Herido en un hombro, el oriental monta un pleito al marido de la mujer (que asume haber usado el revólver para protegerla) y estalla el escándalo. Ella le visita ofreciendo echar un polvo (lo digo así para no alargar la cuestión) con tal de que retire los cargos.

Pero el otro rechaza la oferta.
"No me estafará dos veces"- dirá impertérrito, y en el fondo feliz por que encausen al consorte.
De momento el deshonor afecta al matrimonio. Él por cornudo y presunto asesino; ella por infiel.

Pero este no es un filme realista de Erich von Stroheim, ni acredita el aliento poético del maestro Griffith. El señor DeMille es ante todo un agudo comerciante, y como tal coje al vuelo lo que del cinematógrafo piden el público americano y la clase media europea. De forma tal que las convenciones resuelven en el último de los cinco rollos de entonces, el sentido de la fábula.

Por consiguiente, Ward revela la verdad y ante el jurado en gesto dramático desnuda su espalda. La cicatriz del sello imperial la señala marcada (como una vulgar res) por un miserable agresor de género. Disparó el arma para resguardar su virtud de esposa fiel. Entonces los conmovidos asistentes al juicio cambian de humor, abalanzándose indignados sobre el salvaje príncipe; al fin de cuentas un oriental de ésos, cuyo mayor mérito para los norteamericanos consistió en dejarse la piel y los huesos por unos pocos dólares en la construcción de las vías férreas que unieron el Este civilizado con el Oeste salvaje.

En la escala de trabajos forzados, los chinos eran víctimas propiciatorias, en cambio los japoneses disfrutaban de algún privilegio.En su mejor momento, Charles Chaplin pagaba 2.000 dólares mensuales a Kono, su chófer japonés. El ayudante karateka de El Avispón Verde, popular en la radio de los años ´30, también lo era. La excepción a regañadientes la cumplimentó el latoso detective Charlie Chan; aunque era un chino de Hawai; Estado americano del South Pacific.

En el apartado de villanos orientales que bosqueja el píncipe birmano de Hayakawa, cuentan el sombrío FuManchú y el Emperador Ming, su eco del singular planeta Mongo.

Como villanos se alzan con la representación, mordiendo el polvo en su final. En el Hollywood que fundaron DeMille y sus amigos judíos, los orientales (junto a los negros y los latinos) conocieron durante cincuenta años este destino, sólo fulgurante para lo peor.

Tras la extinción del drama reseñado (me refiero al específico de DeMille), la paz volverá al confortable hogar anglosajón del jugador de bolsa y su [casquivana] mujer. El American way of life ha vuelto a consumarse; al menos hasta el the end...

PD
Se aprecian en la cinta la vigencia de símbolos de género aún rudimentarios. La belleza de la actriz teatral Fannie Ward es algo bovina y se aleja bastante de lo que Gloria Swanson representará poco después como arquetipo de hembra irresistible y elegante, en las cintas de De Mille y otros directores (a la Swanson, el príncipe de Hayakawa no le hubiese despreciado el segundo envite).
Jack Dean representa un retroceso en comparación con la apostura y el buen hacer de Elliott Dexter proyectando al galán americano. En cuanto a Sessue Hayakawa, viene a ser un anticipo oriental del engominado italiano Rodolfo Valentino, luego en la cima del galanato hollywoodense. Durante algunos años, la vida privada de Sessue semejó la de un príncipe oriental de verdad. En 1920 ganaba 7.500 dólares semanales. Dicen que durante una vacación europea y en una sola noche de casino, el jueguista y mujeriego se dejó en el tapete verde 900.000 dólares. Durante unos años y ya curtido como característico, probó suerte sin demasiada fortuna en el cine francés.

A fuerza de fama pulverizada y ahorros menguantes, en su madurez el farrista sentó cabeza, criando tres hijos sanos y fuertes. Entregado al Zen y a algunas brillantes actuaciones como la del coronel Saito en El puente sobre el Río Kwai, partió con 83 años y rodeado de hijos y nietos en 1973.


En el fotograma superior, Fannie Ward y Sessue Hayakawa bajan de un lujoso rodado de la época. En el inferior, Sessue hornea el sello en su cálido fogoncillo.